miércoles, 24 de octubre de 2007

Sueños vividos

Ni siquiera se dio el tiempo de apagar el despertador, apenas abrió los ojos, Martín salió disparado de su pieza. Sentía algo en el estómago que le decía que corriera. Al salir de su casa (en pijama) corrió kilómetros, hasta llegar al río más cercano. Al verlo, sintió que una tranquilidad enorme envolvía su cuerpo, quiso regresar, pero sabía que el pertenecía al río. Tomó un bocanazo de aire y se lanzó, pudo sentir las piedras del río chocando con su cabeza, el olor de la sangre derramada, pudo sentir la muerte. Al mismo tiempo sentía un ruido molesto...el despertador sonaba y Martín despertaba de nuevo con su jaqueca habitual.

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