martes, 28 de agosto de 2007

Identidades

Al volver de vacaciones mis compañeros de trabajo observaron el collar que llevaba y dijeron que estaban de acuerdo conmigo. Yo lo compré porque era bonito, e ignoraba que tuviera significado alguno, así que sonreí estúpidamente y al llegar a casa busqué por Internet sin encontrar nada. Pero en la calle muchos se cruzan conmigo sonriendo de manera cómplice. Hoy, en el ascensor, una chica vio mi collar y me besó. "Yo también", me dijo, "yo también", y se fue sonriendo. Por la tarde un vecino bigotudo me hizo lo mismo. Estoy por dejar de llevarlo, pero es tan bonito...

Dragón

Todos sabían que el monstruo las quiere vírgenes, le dicen mientras es llevada por sus padres al bosque, y por el camino la hacen cantar canciones de despedida. Han de ofrecerla al monstruo para evitar que destruya sus campos y queme sus cosechas. La dejan arrodillada en la entrada de la cueva, vestida de blanco. La han enseñado a no llorar, a no mirar atrás aunque oiga a sus padres sollozar a sus espaldas, alejándose. Se van, piensa, nadie se atreve a ver al monstruo. Ella esperará allí, y cuando descubra que no hay monstruo en la cueva para llevársela, será tarde, y no sabrá volver.