miércoles, 20 de febrero de 2008

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Vive enterrado, cavando agujeros bajo tierra. A veces sale a la superficie, siempre fuera de ciudades y pueblos, y siempre de noche, cuando la luz no puede herir sus ojos delicados. No quiere que le vean los demás, pues sabe que no le entienden, y le temen. Cuando pasa bajo las ciudades tiene que cavar hondo, intentando evitar alcantarillas o sótanos. En ocasiones, sin querer, atraviesa una bóveda acorazada, donde encuentra perlas y diamantes y billetes absurdos. Se queda un rato jugando con aquello, imaginando vidas donde eso importa, y sigue cavando, no sea que le confundan con un ladrón.

3 comentarios:

SexTypeThing dijo...

Todos somos ladrones, de alguna forma:
Ladrones de momentos, de recuerdos, de esperanzas, de corazones...

como andas compadre?

Ana Corvera dijo...

casi puedo sentir cómo es que ves la vida cotidiana y la defragmentas hasta la imagen simple, casi siento ese poder en mí cuando leo tus minificciones. saludos!

Ana Corvera dijo...

ya puse un link para la probadita que me pidió, a ver qué le parece